Es habitual que los hijos adolescentes salgan por peteneras y avergüencen a sus padres en público de vez en cuando con alguna extravagancia. Seguro que a Sonsoles y Zapatero no les hizo ninguna gracia que sus niñas se presentasen con sendos atuendos góticos en la cena con los Obama. Y quiero pensar que a Hugo Chávez, la foto que su hija pequeña (de 14 años) colgó en Instagram, abanicándose con un puñado de dólares, tampoco le provocó ni media sonrisa. Sobre todo teniendo en cuanta que en Venezuela la posesión de moneda extranjera está regulada.
Aunque va a ser que Rosinés le ha salido un poco imperialista. No sólo se toma fotos luciendo una colección de billetes estadounidenses, sino que cuando Justin Bieber dio un concierto en Caracas, aprovechó su condición de hija de su papi para saludarlo y abrazarlo a su llegada al aeropuerto. Y algo parecido ocurrió con Miley Cyrus: una foto de ambas sonriendo a cámara circula desde hace tiempo por internet. Claro que qué culpa tiene ella de que su padre odie a Europa, Norteamérica, el capitalismo, y todas esas cosas. No sería la primera en contrariar a sus familiares líderes de su patria: al nieto de Kim Jong Il, por ejemplo, le encanta navegar por la red y lo hace con mucha soltura, pese a que su abuelo hubiese prácticamente prohibido el acceso a internet en todo Corea del Norte.
A lo mejor a Chávez no le molesta tanto el imperialismo galopante de su descendiente; todo el mundo sabe que Rosinés es su consentida. En el programa número 240 de ‘Aló Presidente’, relató a su audiencia cómo su hija pequeña, convaleciente en la cama, le había comentado que el caballo del escudo nacional caminaba en la dirección contraria: de la izquierda a la derecha. La supuesta anécdota familiar le sirvió al presidente venezolano para pedir a la Asamblea Nacional que se revisase la posición del caballo y se colocase de forma correcta: cabalgando de la derecha hacia la izquierda. Rosinés les había salvado del mal camino al que su propia bandera les guiaba.
Y ojito que nadie se meta con ella. En 2005, el humorista Laureano Márquez escribía una columna en el diario de la oposición Tal Cual en la que le pedía a Rosinés con mucha ironía y canchondeíto que hablase con su padre de algunos temas políticos, incidiendo en las contradicciones entre la vida familiar de los Chávez y su discurso político. El presidente de Venezuela denunció al humorista y al director de la revista por publicar un contenido que dañaba la imagen pública de Rosinés y éstos tuvieron que pagar tremenda suma por sus pecados.
ver el articulo en la web aca:
Rosinés, la hija imperialista de Chávez | Personajes
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